De la vieja Fábrica de Hielo de Las Tunas, que llevaba parada más de dos años, ya apenas se habla; poco a poco se corre la voz de que está en funcionamiento gracias al arrendamiento a un trabajador del sector no estatal y sus primeros resultados se hacen notar, en esta ciudad.
Bajo el nombre de Hielocaribe e instituida hace apenas dos meses como pequeña empresa de la economía cubana, la fábrica se abre camino en la producción de hielo y paletas de helado, comentó en exclusiva a la Agencia Cubana de Noticias Humberto Baldoquín Labrada, líder del emprendimiento.
Mientras organiza todo el sistema contable para encaminar el trabajo y recupera los locales de la vieja planta, tiene en funcionamiento las dos máquinas de hielo y una de paletas que importó a través de la Empresa Comercializadora Divep, un proceso que demoró casi un año desde Vietnam hasta Cuba, pero que transcurrió sin inconvenientes.
Ya las paletas están en la red comercial gracias a las alianzas con Comercio y Gastronomía, además de las unidades empresariales de base que forman parte del perfeccionamiento de este sector que se han encargado de llevar el producto al corazón de la ciudad, puntualizó.
De platanito, naranja, el favorito chocolate y otros sabores, son las paletas que, aunque el mismo Humberto diga que no tienen leche entre sus componentes, gozan de cremosidad y consistencia, además de la estética que es muy importante.
Baldoquín viene del sector de la agricultura, específicamente de trabajar en el arroz, pero no dudó ante la apertura a los nuevos actores de la economía cubana y de inmediato le propuso a la Industria Alimentaria en Las Tunas el arrendamiento de la fábrica.
Sus aspiraciones son ir ampliando las condiciones y por tanto las ofertas de Hielocaribe, pues el objeto social que la acredita como mipyme le autoriza a la producción de toda la gama de los lácteos y néctares frutales, de ahí su anhelo para recuperar una cámara de frío que lleva más de 10 años sin usarse.
