Política y Gobierno

Nosotros cerca del pueblo y el pueblo cerca de nosotros

Recursos Hidráulicos

La Dirección de Recursos Hidráulicos del CAP tiene la función de dirigir, supervisar, controlar y ejecutar las políticas del INRH en cuanto a los Recursos hidráulicos en la Provincia que permita lograr un  uso racional y sostenible del recurso agua con una adecuada explotación de la Infraestructura Hidráulica

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

 

Cuba y Venezuela firmaron hoy un acuerdo en materia agroalimentaria y otro sobre expansión y aprovechamiento integral de los cultivos de moringa, thitonia, moreira y otros pastos, como parte la celebración, en esta capital, de la XXI sesión de la Comisión Intergubernamental del Convenio Integral de Cooperación entre los dos países.

En la sesión, el vice primer ministro cubano Ricardo Cabrisas y la vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, evaluaron este martes la marcha de los proyectos en ejecución entre La Habana y Caracas, marcados por la coyuntura política y los desafíos que impone el enfrentamiento a la pandemia de COVID-19.

Según Cubaminrex, sitio oficial de la Cancillería cubana, ambos representantes reafirmaron la voluntad de sus respectivos gobiernos de consolidar la cooperación, con la mira en los objetivos recogidos en el Plan Nacional de Desarrollo Económico y Social hasta 2030, de Cuba; y el Plan de la Patria hasta 2025 y el programa de Resistencia y Desarrollo, de la nación bolivariana.

No habrá dificultades que no sepamos vencer de conjunto y nada ni nadie podrá detener lo que hemos construido, aseguró Cabrisas en la apertura del evento.

La dirigente bolivariana, quien llegó a La Habana ayer en visita de trabajo, destacó asimismo el firme compromiso de ambos gobiernos de que, en medio de las peores dificultades, se pueda seguir avanzando en la integración de las dos naciones.

Para nuestro pueblo es motivo de celebración que, a pesar de todo este bloqueo (de Estados Unidos), estemos avanzando, dijo Rodríguez, citada por Venezolana de Televisión en su sitio web oficial.

La delegación cubana estuvo integrada por los ministros de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, Rodrigo Malmierca; de Energía y Minas, Liván Arronte; de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, Elba Rosa Pérez; de Agricultura, Gustavo Rodríguez, y de la Construcción, Rene Mesa, entre otros funcionarios.

En tanto, acompañaron a la vicepresidenta venezolana los ministros del Poder Popular Gabriela Jiménez, para Ciencia y Tecnología; Wilmar Castro, para Agricultura Productiva y Tierras; así como por el vicecanciller Raúl Li Causi, secretario técnico, y Adán Chávez Frías, embajador de Venezuela en Cuba.

A finales del pasado mes de enero, Cabrisas, presidente de la Comisión Intergubernamental Cuba-Venezuela, encabezó la comitiva caribeña que visitó esa nación sudamericana para chequear los convenios bilaterales, entre ellos los establecidos en materia de salud, junto al ministro de Salud de Venezuela, Carlos Alvarado.

Los representantes cubanos sostuvieron Avarios encuentros con otras autoridades de ese país, entre ellos el presidente venezolano, Nicolás Maduro, y el ministro de Relaciones Exteriores, Jorge Arreaza.

El Convenio Integral de Cooperación Cuba-Venezuela fue firmado el 30 de octubre de 2000 por los entonces presidentes Fidel Castro y Hugo Chávez, sobre las bases de las aspiraciones de solidaridad y hermandad del Héroe Nacional cubano, José Martí, y el libertador venezolano, Simón Bolívar.cuba venezuela acuerdo de cooperación intergubernamental jpg 580x333

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

 

El presidente de la República de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, se reunió este martes con la vicepresidenta ejecutiva de la República Bolivariana de Venezuela, compañera Delcy Rodríguez Gómez, quien preside la delegación de su país a la XXI Comisión Intergubernamental Venezuela-Cuba.

Durante el fraternal encuentro, el mandatario ratificó el compromiso solidario de Cuba con la nación venezolana, así como la voluntad de continuar perfeccionando la cooperación bilateral. Díaz-Canel rechazó de manera contundente las medidas coercitivas y unilaterales de Estados Unidos y sus aliados contra la Patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez.

La vicepresidenta venezolana reiteró el rechazo al recrudecimiento del bloqueo de Estados Unidos contra Cuba.

La ocasión fue propicia, además, para intercambiar sobre aspectos de carácter bilateral y multilateral, incluida la marcha de los vínculos de colaboración, así como la actual coyuntura política regional e internacional, matizada por los efectos de la COVID-19 para nuestros pueblos.

Acompañaron a la vicepresidenta venezolana, Gabriela Jiménez, ministra del Poder Popular para Ciencia y Tecnología; Wilmar Castro Soteldo, ministro del Poder Popular para la Agricultura Productiva y Tierras; y Adán Chávez Frías, embajador en nuestro país.

Por Cuba asistieron el primer ministro Manuel Marrero Cruz; el viceprimer ministro, Ricardo Cabrisas Ruiz; el canciller Bruno Rodríguez Parrilla; los ministros de Comercio Exterior y de Inversión Extranjera y de Energía y Minas, Rodrigo Malmierca Díaz y Liván Arronte Cruz, respectivamente; y el embajador en Venezuela, Dagoberto Rodríguez Barrera.diaz canel delcy rosriguez 580x386

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

 

Con apenas 30 años, Guillermo García Frías obtuvo el grado de Comandante. Era 1958 y hacía dos años que se había convertido en el primer campesino en unirse al Ejército Rebelde. Junto a Celia Sánchez formó parte del grupo que apoyaría el desembarco del yate Granma y, tras la derrota en Alegría de Pío, su nombre quedó en la historia como uno de los hombres que reagrupó a los revolucionarios con Fidel Castro.

“Hay historias de este país que puedo contar con una satisfacción total, porque las viví desde el primer momento que me uní a Fidel después del desembarco… Yo saqué más de 24 expedicionarios ya vestidos de civil, con trajes de campesino”, cuenta a sus 93 años y los libros de historia le enaltecen que fue él quien recogió las armas de los rebeldes, dispersas luego del fracaso de aquel primer combate.

Mientras esperamos en un recibidor frente a su despacho, Ismael prepara la cámara y me comenta que ha fotografiado al Comandante Guillermo García Frías en varias ocasiones. En su oficina nos espera sentado tras el buró, vestido de militar. Al lado izquierdo de la camisa, entre el bolsillo y la charretera de Comandante de la Revolución, cuelgan las medallas de Héroe del Trabajo y Héroe de la República de Cuba. “Adelante”, nos dice y enseguida pregunta entre risas: “¿Ustedes no traen la pandemia, verdad?”.

Sobre la mesa hay muchos papeles, en uno de ellos se lee “Plan de Trabajo”; también hay varios bolígrafos, sus espejuelos, y una maqueta del globo terráqueo gira constantemente. A su espalda hay una imagen de la Sierra Maestra, otra foto con Raúl Castro y una de Fidel en las montañas orientales durante la guerra, la misma geografía en la que nació García Frías en 1928.

De su padre recuerda que era un gallego trabajador y de su madre que “fue una patriota, hija de un viejo militante de la lucha insurreccional cubana contra España, Bautista Frías Figueredo”.

“Mi mamá era una fidelista a matarse, más revolucionaria que yo, fíjate. Había un par de guardias que todos los días iban para la casa. Entraban y registraban todo. Elle le decía: ‘Yo no parí hijos para tenerlos escondidos, están con Fidel y están armados, lo único que les pido es que cuando maten uno me avisen para irlo a recoger’. Mi mamá era fiera. Cuando yo estaba en la guerra fue dos veces a caballo a verme. En una estuvo 52 días por la montaña, y yo no la pude ver porque estaba en combate”, comenta.guillermo01 580x358

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado

 

Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz en el acto clausura del Segundo Congreso del Partido Comunista de Cuba, efectuado en la Plaza de la Revolucion, el 20 de diciembre de 1980.

Queridos compatriotas:

Seré más breve que en otras ocasiones. Las ideas fundamentales han sido expresadas a lo largo del Congreso y no quiero repetir.

Se convierte ya en una tradición que nuestro Congreso, el Congreso de nuestro Partido Comunista se clausure en la Plaza de la Revolución y en el seno de nuestro pueblo comunista .

Es la tercera vez que nos reunimos este año en esta Plaza. Creo que este año de 1980 ha sido el más extraordinario, en lo que se refiere al movimiento de masas de nuestra capital.

No es posible olvidar las gloriosas jornadas de la Marcha del Pueblo Combatiente. No es posible olvidar lo que en favor de la Revolución ha hecho el pueblo de nuestra capital y de la provincia de La Habana: el 19 de Abril, el 1º de Mayo, el 17 de Mayo, el 27 de Septiembre y hoy.

Recuerdo que cuando contemplamos aquellos acontecimientos, nos parecía imposible que volvieran a repetirse. Nos parecía imposible que aquella multitud que se reunió en la Quinta Avenida, el 19 de Abril, volviera a reunirse alguna otra vez, y no transcurrió mucho tiempo cuando vimos aquí en esta misma Plaza una multitud semejante. Pero siempre pensé que un acto como aquel 1º de Mayo no volvería a repetirse. Tuvimos, sin embargo, la oportunidad de ver otra vez esa misma multitud el 19 de Mayo; tuvimos oportunidad de verla nuevamente el 27 de Septiembre, y hemos tenido oportunidad de verla otra vez reunida aquí en la Plaza de la Revolución.

Es preciso reconocer y agradecer al pueblo de las dos Habana este apoyo gigantesco, extraordinario a la Revolución y al Partido.

Y ustedes han demostrado hoy en los hechos lo que nosotros expresábamos en el Congreso, de la sólida, profunda, indestructible vinculación de nuestro Partido con las masas. Se confirma así la gran verdad de que el Partido es el Partido de nuestro pueblo, y que nuestro Partido existe por el pueblo y para el pueblo.

Nuestro Congreso ha analizado profundamente los problemas fundamentales; pero yo diría —como expresábamos en la tarde de hoy— que la característica fundamental de nuestro Congreso fue su carácter internacionalista.

Podría afirmarse que las fuerzas revolucionarias, progresistas y democráticas del mundo han estado aquí reunidas en nuestro Congreso. Podríamos afirmar que las fuerzas más sanas y más honestas del mundo han estado aquí reunidas en nuestro Congreso. De modo que en ciertos momentos no sabíamos, o en cierto momento era difícil distinguir si se trataba de un congreso cubano o un congreso de las fuerzas revolucionarias del mundo.

Hablaron en nuestro Congreso más invitados que delegados cubanos. Y, desde luego, no hablaron todos los invitados puesto que era absolutamente imposible, pero sí los que hablaron reflejaron el mensaje, a nuestro pueblo y a nuestro Partido, de las fuerzas fundamentales que hoy están transformando al mundo. Y los que hablaron demostraron los cambios, y en especial los cambios en nuestro hemisferio; porque allí pudimos escuchar el mensaje, la palabra cálida, fraternal y solidaria de Nicaragua, a través del compañero Humberto Ortega, conocido, admirado y querido por nuestro pueblo, como uno de los artífices y estrategas fundamentales de la lucha victoriosa del pueblo de Nicaragua; allí escuchamos a Cayetano Carpio, ese héroe consagrado, que ha dedicado toda su vida a la causa de la liberación de su pueblo salvadoreño, que nos trajo el mensaje de todas las organizaciones revolucionarias unidas de El Salvador; escuchamos la palabra de ese amigo brillante, firme, vertical, que es nuestro entrañable hermano Bishop; escuchamos el mensaje de los revolucionarios chilenos a través de ese viejo combatiente, tan estimado en nuestro país, que en sus propias carnes sufrió la represión fascista, el secretario del Partido Comunista de Chile, Luis Corvalán, que nos expresó la voluntad de lucha de su pueblo, con aquellas palabras que recuerdan al himno de su patria, al decir que "al lado de la razón debe estar también la fuerza"; escuchamos con profunda emoción, y pudiéramos decir también que lloramos junto a las lágrimas de ese amigo de nuestra patria, tan estimado y tan admirado, ese hombre tan extraordinario, que a lo largo de muchos años fue, junto a su pueblo, abanderado de la solidaridad con nuestra Revolución, Rodney Arismendi; hemos escuchado el mensaje de nuestros hermanos angolanos, nuestros hermanos mozambicanos, nuestros hermanos etíopes, nuestros hermanos guineanos, nuestros hermanos africanos; hemos escuchado el mensaje de nuestros hermanos vietnamitas, campucheanos, laosianos, de nuestros hermanos afganos, de nuestros hermanos árabes; de nuestros hermanos los comunistas franceses y portugueses que expresan lo más consecuente de las posiciones y del pensamiento del movimiento obrero y revolucionario en los países capitalistas.

Hemos escuchado el mensaje de nuestros entrañables hermanos del campo socialista, y muy especialmente de nuestra querida e inseparable Unión Soviética. Y hemos tenido el placer de escuchar en la palabra de ese infatigable luchador, de ese héroe de la causa del comunismo que es Henry Winston, el mensaje de lo más puro y de lo más honesto del pueblo norteamericano.

Los que aquí se reunieron representan lo más sano, lo más puro, lo más consecuente de los luchadores por la causa de la liberación, de la democracia, de la justicia social y de la paz. Por eso nos hemos sentido extraordinariamente estimulados en este Congreso, y porque también nos da la medida del prestigio de nuestra patria, del prestigio de nuestra Revolución, de la confianza que tienen en ella las fuerzas revolucionarias y progresistas del mundo, y porque nos da la medida también del esfuerzo que de manera tesonera, de manera heroica ha estado aportando nuestra patria al movimiento revolucionario y a la solidaridad internacional.

Mucho prestigio ha ganado nuestro país en estos años, mas nosotros no luchamos por prestigio; el prestigio de nuestra Revolución se deriva de nuestra lealtad a los principios. Y más importante que ese prestigio es la confianza que los revolucionarios de todo el mundo deben tener, de que Cuba ¡jamás fallará!, de que la lealtad de la Revolución a los inmortales principios del marxismo-leninismo no es solo la línea de esta generación, sino que será también la línea de la generación de los pioneros, cuya representación habló aquí en la tarde de hoy, y la línea de las futuras generaciones revolucionarias.

Mas no se ocupó nuestro Congreso exclusivamente de las cuestiones internacionales, se ocupó también nuestro Congreso de las cuestiones nacionales. El Congreso fue la culminación de un largo período de trabajo de muchos meses, en que nuestros problemas fueron analizados en sus más mínimos detalles con espíritu crítico y autocrítico, desde los núcleos hasta el Congreso del Partido. Se analizaron los problemas fundamentales, se hizo un balance de nuestro trabajo en los últimos cinco años, con un saldo incuestionablemente positivo.

Es realmente increíble lo que nuestro pueblo ha realizado en tan breve período de tiempo en todos los órdenes: los avances en la construcción del socialismo, en el desarrollo de nuestra economía, el número de fábricas que hemos levantado en medio de la crisis económica internacional, los extraordinarios adelantos que hemos logrado en la educación, en la salud pública, en la cultura, en el desarrollo social, en la institucionalización del país, en el establecimiento de los Poderes Populares y el desarrollo de la democracia socialista, y sobre todo, los avances que hemos logrado en nuestras organizaciones de masa, en nuestra Juventud y en nuestro Partido.fidel segundo congreso pcc cuba 3 580x367

¿Le ha resultado útil la información publicada en este portal?

¿Hay algún error en esta página? Ayúdenos a mejorar