Política y Gobierno

Nosotros cerca del pueblo y el pueblo cerca de nosotros

25 años de la Helms-Burton: Ley de la esclavitud y el odio

Inicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivadoInicio desactivado
 
Valoración:
( 0 Rating )

La ley Helms-Burton es una ley que te enseñan en la escuela y que te puede salir en una pregunta en la prueba de ingreso a la universidad o cualquier otro examen. La Helms-Burton es una norma que se podría confundir con capricho si no fuera tan real. Es un país dictando disposiciones sobre otro. ¿Por qué? Un ejemplo: ¿Quieren los franceses que Cuba les venda medicamentos contra el cáncer? Sí. ¿Quiere el gobierno de Estados Unidos que un parisino se salve la vida con un medicamento cubano? No. Pues entonces no, no ocurre la venta. La Helms-Burton es la oposición a la vida.
La ley tiene cuatro títulos: ¿Qué dicen?

El primero internacionaliza el conflicto que Estados Unidos mantiene con Cuba y lo hace extensivo a todos los países del mundo. Nadie puede comprar o venderle a Cuba, decide Washington.
El segundo se orienta a presentar la “ayuda” del gobierno norteamericano al pueblo de Cuba para que “transite hacia el capitalismo”. ¿Tiene un país que decidir sobre los asuntos internos de otro?
El título III le otorga a ciudadanos o empresas norteamericanas –incluidos cubanos nacionalizados norteamericanos– derecho a interponer demandas ante tribunales de Estados Unidos por presuntas posesiones en territorio cubano que hubieran cambiado de status legal a partir de 1959. De aplicarse enteramente, todo cubano perdería certeza jurídica respecto a nuestras casas, barrios, escuelas, hospitales, tierras, lugares de trabajo...
El cuarto asegura que este régimen de bloqueo se mantendrá hasta que en Cuba haya un gobierno que, “a criterio de los Estados Unidos”, se rija por “normas democráticas”. ¿Qué normas democráticas? Las que ellos decidan, por supuesto.

La Helms-Burton: Una ley contra el mundo

¿Cómo comenzó todo?

Todo comenzó cuando el republicano Jesse Helms asumió la presidencia del Comité de Relaciones Exteriores del Senado y propuso una agenda para cambiar el sentido de la política exterior del presidente Bill Clinton. Helms, por cierto, había votado contra el fin de la segregación racial, el derecho de los homosexuales y las investigaciones contra el SIDA durante 30 años de permanencia en el cuerpo legislativo.

“Es hora de apretar los tornillos”, dijo Helms cuando presentó la propuesta en el Comité de Relaciones Exteriores del Senado. Burton, quien lo respaldaba desde el subcomité del Hemisferio Occidental de la Cámara de Representantes, respondió que sería “el último clavo en el ataúd” de Fidel Castro.

Diez acápites de la Helms-Burton que ofenden a todo cubano

Para redactar la ley recurrieron a abogados y lobistas de grandes negocios cubanos nacionalizados en 1960. En particular, la empresa Bacardí, que jugó un papel decisivo en el proceso de diseño y aprobación de la Helms-Burton.

La norma es descabellada, y, en su momento, lo dijo hasta el equipo de gobierno de Bill Clinton. Según el Center for Public Integrity (CPI), esta posición incluso le fue oficialmente transmitida a Ricardo Alarcón, entonces presidente de la Asamblea Nacional de Cuba, por Peter Tarnoff, subsecretario de Estado, en el contexto de conversaciones secretas entre los dos gobiernos, que se llevaban a cabo en Toronto, Canadá.

¿Qué dijo en aquel entonces el subsecretario de Estado?

La Ley viola los derechos constitucionales del poder ejecutivo para conducir la política exterior del país, también varios tratados internacionales, las obligaciones de Estados Unidos ante el FMI y el Banco Mundial, así como las relaciones con socios extranjeros, que en represalia podrían tomar medidas similares contra empresas estadounidenses.
Afectaría el frágil sistema legal internacional, gracias al cual se resolvieron decenas de miles de reclamaciones a favor de ciudadanos norteamericanos en diversas partes del mundo.
Bajo la ley internacional Estados Unidos no tiene ningún derecho a intervenir en un asunto que corresponde a un Estado extranjero dentro de sus propias fronteras.

Lo dijo en aquel entonces y sigue siendo verdad hoy. Pero, ¿qué pasó? Todo parece indicar que para Clinton el apoyo de la extrema derecha cubanoamericana en las elecciones de ese año pesó más y para aprobar la Ley Helms-Burton el 12 de marzo de 1996 finalmente se utilizó el pretexto del incidente del abatimiento de dos avionetas de la organización “Hermanos al Rescate”, las cuales violaron repetidamente el espacio aéreo cubano en 1996.flashmob telmary malecon 09

¿Le ha resultado útil la información publicada en este portal?

¿Hay algún error en esta página? Ayúdenos a mejorar