La consulta popular del proyecto del Código de las Familias, cuyo comienzo está fijado para el 1ro. de febrero próximo, constituye un momento crucial en la vida de la nación, de las familias, de cada uno de nosotros. Sin dudas, intenso bregar para delinear con transparencia todo lo que prescribe y su alcance. Pero, ahora, vendrá el momento de que la ciudadanía, el pueblo, ejerza de manera soberana y democrática su derecho a expresar lo que piensa sobre el proyecto, con conocimiento y hondura.
Leerlo, estudiarlo y tomar nota de lo que considera objeto de la consulta popular no es solo un derecho, sino un deber que debemos asumir con responsabilidad y seriedad. Por ello la convocatoria a que conozcamos cada una de sus partes.
Entre asuntos, el proyecto recoge derechos, deberes y temas vitales para quienes vivimos en la Cuba de hoy; también,de forma específica, para nuestros niños, adolescentes y jóvenes.
La Asamblea Nacional aprobó una propuesta que evidencia la madurez y la sensibilidad alcanzadas por la Revolución Cubana y busca proteger todas las expresiones de diversidad familiar a partir de principios de igualdad, no discriminación y dignidad humana; un Código que al decir del Doctor Leonardo Pérez Gallardo, vicepresidente de la Sociedad Cubana de Derecho Civil y de Familia, «multiplica los afectos y suma derechos».
