Ante mi farol de keroseno: ideas en el día del Educador.
- citma
- Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente
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El farol chino de keroseno que llevábamos los brigadistas para impartir clases donde no había luz eléctrica, pronto se convirtió en la imagen simbólica de aquella batalla.
Los miles de jóvenes alfabetizadores que desfilamos felices en la Plaza el 22 de diciembre de 1961 coreábamos una consigna: “Fidel, dinos que otra cosa tenemos que hacer”. Entonces Fidel habló de la Educación.
Y empezaron las nuevas batallas: la escolarización total, la formación de decenas de miles de maestros, la educación obrera y campesina, la conquista del 6º grado, y luego del 9º, la Imprenta Nacional de Cuba, la integración del estudio con el trabajo, las escuelas en el campo, los planes de becas, los institutos preuniversitarios vocacionales, las universidades en todas las provincias, los centros universitarios municipales, el Polo Científico, y muchas otras.
Entre 1960 y 2012 la cantidad de maestros se multiplicó por diez, el número de estudiantes en todos los niveles pasó de 800 000 a más de 3 millones, la escolarización primaria superó el 98% y la secundaria el 84%, los centros universitarios aumentaron de 3 a 54 y el número de cubanos con título universitario sobrepasó un millón.