Nuestra Región

Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Comité Central del Partido y Presidente de la República de Cuba, recibió este lunes a la delegación antillana que regresó luego de participar en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, donde ocupó un meritorio lugar 14 en la tabla de posiciones por países.

Sientan hoy el reconocimiento y admiración de todo un pueblo por la proeza deportiva que ustedes han protagonizado. El lugar ocupado en cada una de sus disciplinas, y por supuesto, los títulos alcanzados, tienen que ver mucho con una demostración de coraje, de valentía, de compromiso y sobre todo de dignidad, expresó Díaz-Canel.

El Presidente cubano les recordó, además, que asistieron con problemas familiares, pérdidas de familiares cercanos, solo dos meses de entrenamiento por el tema de la pandemia, pocas competencias internacionales y las limitaciones en los entrenamientos. Pero esos no fueron obstáculos, dijo, porque ustedes compitieron con un corazón bien grande.
Cada actuación fue un derroche de cubanía y cada título alcanzado levantó el orgullo nacional, en momentos en que nuestro país ha sido asediado, agredido, y bajo una enorme campaña para tratar de desacreditar a la Revolución. En medio de toda esa situación, ustedes dieron esta gran respuesta: una pequeña isla fue la mejor selección de todas en el medallero final, según la proporción del número de atletas por habitantes, explicó.
El mandatario cubano les reconoció además el valor de esta actuación en Tokio 2020, que con tantos obstáculos, fue la mejor de las cuatro últimas olimpiadas, ya que superó las cotas de Beijing 2008, Londres 2012 y Río de Janeiro 2016.
El tetracampeón mundial y doble titular olímpico Julio César La Cruz (boxeo, 91kgs), al hablar en nombre de los 69 deportistas que integraron la delegación, expresó que en cada salida, todos lo hicieron con dignidad y decoro.
Más allá de ese excelente lugar 14 enfrentando a rivales de países desarrollados, todos teníamos la decisión de honrar a la Patria en cada una de nuestras presentaciones, con voluntad, tesón y compromiso de conseguir una buena actuación. Ni el bloqueo ni las limitaciones causadas por la COVID-19 nos pudieron detener en Tokio, aseveró La Cruz.

Otra fecha dorada para Cuba con la llegada del oro de Armen López en los 81klios en boxeo que derrotó 4-1 al inglés Whitaker. 

La cuatrocentista Roxana Gómez bajo de los 50(49.71) y se puso en la final de los 400 metros.

LAs canoitas Katerin Nuevo y Yarisleidys Cirilo pasaron a las semifinales del C1 el próximo jueves.

La norteamericana de 21 años Sydney McLaugth destrozó los récords mundial y Olímpico al detener el crono en !!51.46!! para llevarse el oro.

Japón en beisbol está en la final olímpica al derrotar a Korea 5-2 y espera por el rival que saldrá del juego Korea-Estados Unidos, la República Dominicana discutirá el bronce con el perdedor de este juego.

Cuba llega al lugar 14 del medallero con 5 de oros y 4 platas y 3 Bronces., Y vienen más medallas y se superará la actuación de Brasil2016.

Cuba continúa su actuación en Tokio.

El relevo de 4x400 femenino se calificó a la final en esta jornada con buen tiempo de 3.27.71 que se situa entre los mejores de Cuba ir siempre, la pertiguista YArisley Silva apenas pudo rebasar los 4.70y quedo en el 8vo lugar.

El triplista Cristian Nápoles con dos fouls y un 16.62 se quedó en el 12 puesto del Olimpo del triple. 

Jamaica se llevó el oro y la plata en los 110 con vallas, Steven Gardinier de Bahamas fue el oro en 400m delante de un colombiano y un granadino.

El heptalon lo ganó  la belga Nacifatu Thiama delante de dos holandeses, el decladton se lo llevó Damián Walter con 9018 puntos.

Francia derrotó al fuerte Slovenia en basket masculino 90x89 y es el finalista del día 8 contra Estados Unidos. En beisbol la final a base de Japón -Estados Unidos, el bronce Korea-Rep.Dominicana.

Andy Cruz y Julio César discutirán el oro en 63 y +91 respectivamente, la final denomina de 400, los luchadores libres Garzón(74), Valdez(65), Hernin Ávila(53), Guzmán en los 50 y Salas en 97 tendrán acción mañana. Además del C2 femenino y el C1 femenino.

El medallero sigue con CHN 33-24-16, USA 29-34-27, JPN 22-9-14, AUS 17-5-18 y Rusia 16-22-20 en los quintos de inicio de tabla y Cuba en el 14 con 5 títulos, 3 platas y 4 bronces.

CUBA EN EL LUGAR 13 EN EL MEDALLERO

SERGUEY Y FERNANDO DAYÁN SACAN ORO A FUERZA DE PALETADAS
Durante cinco años se prepararon para este momento y aun así apenas se lo creen. “Estoy soñando”, dice Serguey nada más poner un pie fue de la canoa. “Lo dije y nadie me creyó”, agrega Fernando Dayán con el ímpetu de sus 22 años. Han hecho historia y se abrazan bajo la bandera. Desde hoy son los campeones olímpicos en el C2 a mil metros. Es la primera vez que Cuba gana un oro olímpico en el canotaje y ellos, con esa mezcla de juventud y experiencia, lo acaban de hacer realidad.
Como en las semifinales aquí también comenzaron detrás, pero esta vez no esperaron tanto para acelerar la fuerza de las paletadas. Cuando la punta de su canoa pasó por la línea virtual que marca los primeros 250 metros marchaban cuartos; en los 500 metros ya eran los dueños de la segunda posición.

Por delante, un bote de China con un ritmo endemoniado. Por detrás, los tantas veces premiados alemanes. Arriba el sol que tantas veces, durante tantos años, les ha quemado el cuerpo en largas jornadas de entrenamiento con la vista fija en este momento. En Río de Janeiro llegaron sextos en la final, pero un año después conquistaron su primera plata mundial. Desde entonces nunca más se bajaron del podio. Siempre la vista puesta en Tokio, el momento soñado.

“La estrategia era hacer nuestra regata —confirma el más experimentado— Sabíamos que tenemos una buena segunda mitad y podíamos ganar. Buscamos mantenernos en el grupo y atacar en el momento preciso. Estábamos bien entrenados y estábamos claros que el que mejor remara en los últimos metros iba a ganar. Y esos fuimos nosotros”.

A la cabeza del bote, Serguey vio cómo le quedaban solo 250 metros y los chinos les sacaban solo 41 centésimas. “Vamos” —se dijo—, con toda la experiencia que da estar en sus cuartos Juegos Olímpicos. Los remos cubanos entraban y salían del agua más fuertes que los del resto, y con cada paletada descontaban valiosos centímetros. Cien metros, cincuenta más, otros cien, y el empuje final para levantar la nariz de la canoa e impulsarla sobre la meta.

En las gradas se hizo silencio. La llegada fue tan cerrada que la pizarra con los resultados aun estaba vacía. De pronto, en una esquina, la bandera azul, blanca y roja apareció de primera. Euforia absoluta. Sus 3:24.995 representan el mejor tiempo conseguido en esta prueba en citas olímpicas. El 3:25.198 de los chinos y el 3:25.615 de los teutones tampoco se habían visto nunca en citas estivales. Una regata dura y feliz para Cuba.

RONIEL IGLESIAS ES ORO Y EL BUQUE INSIGNIA ECHA A ANDAR
Cuando Roniel Iglesias terminó la pelea por la medalla de oro se arrodilló y acarició los aros olímpicos dibujados en el cuadrilátero. Es un gesto que simboliza toda una carrera marcada desde hoy por su segundo título en citas estivales. Su presencia en Tokio fue quizás la más cuestionada de la escuadra cubana de boxeo. Sin embargo, hoy Roniel demostró cuán acertada estaba.

Su victoria en la final ante el británico Pat McCormack llegó con un inobjetable 5-0. Solo en la primera ronda ante el japonés Sewonrets Quincy Mensah Okazawa el pinareño no fue arrollador, como si a sus 32 años volviera a vivir el estado de gracia que lo hizo convertirse hace nueve años en campeón olímpico.

“Solo los boxeadores sabemos todo el esfuerzo que hacemos para llegar. Quienes pensaron que yo no podía llegar aquí ahora tendrán que cambiar ese parecer. Mi familia y mi padrino siempre creyeron en mí, y yo siempre tuve presente qué podía dar y lo demostré ahora”, dice el pinareño.

Hace cinco años Roniel no logró llegar al podio en Río de Janeiro. Desde entonces muchos le cuestionaban su estado físico para soportar todo el combate, el talón de Aquiles que muchas veces lo colocó en el centro de la polémica. Sin embargo, ahora el antillano lució diferente.

“Tuve una preparación muy buena y muy enfocado en esta competencia. Es mi tercera medalla y cada una tiene su importancia. Este oro es para ratificar que soy un atleta de alto rendimiento, y me pone muy feliz conseguirla en esta división de 69 kg, porque es una de las más competitivas en el boxeo”, aseguró.

“Como me vi en esta competencia —confesó—, creo que llego a París sin ningún problema. No obstante, ahora paso a paso. Quiero participar en el próximo campeonato mundial y ver qué pasa ahí”.

Mientras Roniel peleaba, las gradas del Kokugikan Arena parecían un hervidero de cubanía. Varios miembros de la delegación, junto a los integrantes del buque insignia apoyaban al antillano. Entre ellos, Lázaro Álvarez, el hombre que minutos antes había conseguido su tercer bronce olímpico de forma consecutiva, también gritaba.

Esta vez tampoco logró subir a lo más alto del podio, pero le dio oficialmente al boxeo nacional su primera medalla aquí. Hay otras aseguradas, pero aun mucho están enfrascados en cambiarle el color. Es el buque insignia y hoy, con la resurrección de Roniel y la constancia de Lázaro, comenzó a ser fiel a su historia.

MEDALLERO LLEGAMOS AL 13, Y SEGUIMOS POR MAS