Es de vital importancia que la población tenga pleno conocimiento de las regulaciones urbanas para que pueda acometer, dentro de la legalidad, todas aquellas acciones constructivas que le permitan, según sus necesidades, mejorar el estado técnico de sus inmuebles, iniciar la construcción de nuevas viviendas o realizar un trabajo por cuenta propia.

Si cada ciudadano cumple lo establecido no sólo contribuirá a un adecuado ordenamiento territorial y urbano, sino que evitará el penoso cumplimiento de obligaciones de hacer, que van desde la aplicación de multas hasta la demolición de lo construido.