Para algunas personas la tarea ordenamiento, según los conceptos fundamentales en que se basa, puede resultar el fin del trabajo voluntario y nada más alejado de la realidad.

Es cierto que las concepciones económicas que llaman a más eficiencia con mejor uso de la fuerza de trabajo, deben propender al mejor aprovechamiento de la jornada laboral y mayor organización de la labor, de manera tal una demanda adicional de trabajo resulte innecesaria.

La arista más polémica resulta el criterio de que la mayor exigencia laboral paga salario contra resultados y por tanto, un trabajador pudiera razonar ¿cómo ofrecer resultados si por el carácter voluntario del trabajo no le van a pagar?, concepto mercachifle, muy alejado de las raíces de nuestra sociedad.

Es verdad que convocar a un trabajo voluntario formal, que no resulte en un aporte real a la economía, está en contra de su propia esencia formadora de valores socialistas. Tampoco puede ocurrir que se gaste más en transporte y meriendas que lo que se aporta.

También, que un grupo de trabajadores ayuden con su esfuerzo voluntario a una entidad ineficiente y que poco hace para resolver sus problemas, es muy desestimulante. No es lógico de ninguna manera que se considere trabajo voluntario un algo dejado de hacer por pérdida de tiempo y desorganización.

Hay miles de personas que diariamente realizan tremendos esfuerzos y ni se menciona como trabajo voluntario, donde se destacan directivos a diferentes niveles que trabajan más de 10 horas diarias, médicos que extienden sus jornadas ante situaciones complejas de salud de sus pacientes, contadores que para cerrar su balance tienen que trabajar ininterrumpidamente largas horas, profesores que requieren horas adicionales para preparar sus clases y muchos más.

Coincido que no resulta una tarea fácil convocar a una jornada de trabajo voluntario efectiva por sus resultados, eficaz por los valores que marca en sus protagonistas y eficiente porque el aporte realizado es muy superior a los gastos en que se incurrió. Pero, inobjetablemente esta acción tiene que cumplir estas premisas, como condición para que su calificación este a la altura del Guevara que nos mostró el camino de la formación comunista.

La tarea ordenamiento también llama a optimizar todo lo que hacemos, consolidadando sus premisas fundamentales. Las jornadas de trabajo voluntario convocadas por los jóvenes en el 59 aniversario de su organización comunista fueron un ejemplo de cómo debemos seguir en este sendero.

En la economía socialista, como en muchos otros sectores, la excelencia en lo que hacemos, es el mejor ejemplo para demostrar la superioridad de nuestras concepciones acerca del futuro del hombre.

Autor: MCs.Silvio Gutiérrez Pérez Director de Agroindustria Ministerio de Finanzas y Precios